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viernes, 1 de octubre de 2010

Sobre el Patronazgo de la Virgen del Pino


Durante el obispado de don Bartolomé García Ximénez Rabadán, fue tenida la Candelaria de Tenerife por Patrona Universal de todo el obispado de Canarias, único existente, entonces, en el Archipiélago. El primer documento que hemos encontrado es una carta de este prelado, escrita el dia 6 de enero de 1675, a los nueve años de su llegada, en que nombra a San Fernando patrono contra los piratas, y a la Candelaria, para el remedio en la falta de lluvia. En dicho documento, que puede leerse en casi todas las parroquias antiguas, entre otras cosas, se dice:

"He considerado que Nuestra Señora de la Candelaria es Patrona Universal de todo este Obispado, cuyo oficio se reza con octava en todo el que esta soberana Señora sea también especial abogada en cada pueblo para el beneficio de la lluvia..."

También el mismo obispo García Ximénez, el 19 de mayo de 1677, dando cumplimiento a una petición del Rey para que se hicieran rogativas por las calamidades públicas, escribe:

"Para que con más segura confianza podamos conseguir estos efectos de la divina misericordia, les exhorto a que pongan por intercesora a Nuestra Señora de Candelaria, con razón llamada la Taumaturga Patrona Universal de todo este nuestro Obispado y milagro continuo de nuestras aflicciones y necesidades, como casi continuamente lo estamos experimentando..."

En realidad sobre dicho patronazgo no hemos encontrado ningún documento anterior o inmediatamente posterior a García Ximénez, pero es evidente que este prelado tenía, en verdad, a la Candelaria, como Patrona Universal de toda la diócesis, creyéndolo así también todos sus feligreses.

El 8 de abril de 1677 con motivo de una colecta en las islas para levantar un nuevo templo a la Candelaria, escribe don Andrés Romero, provisor en Gran Canaria:

"Por carta que recibí del Obispo, mi Señor, me avisa que la nueva iglesia donde se había colocado la Santísima Imagen de Nuestra Señora de Candelaria, Patrona Universal de todo este obispado está amenazando ruina..."

El 29 de junio de 1679, ordenando el prelado rogativas por la epidemia de Murcia y Cartagena, termina su carta invocando siempre la intercesión de Nuestra Patrona María Santísima de Candelaria.

El 28 de octubre de 1680, comunicando a sus fieles el patronazgo de San José en la Iglesia española, vuelve a escribir:

"Y se lo pedimos con humildes oraciones poniendo por intercesora a nustra Patrona Universal Madre y Señora nuestra María Candelaria..."

El 23 de noviembre de 1680 residía García Ximénez en el Santuario y Convento de la Candelaria, y desde el mismo, escribe una carta a todas las parroquias ordenando otra nueva colecta para hacerle un retablo y comienza así:

"Habiéndose acabado el nuevo templo de nuestra Madre y Señora María Santísima de Candelaria, Patrona Universal de todas estas islas de mi obispado, y habiéndose colocado en el día de su presentación gloriosa, me ha parecido hacerlo saber así a vuestra merced para que de mi parte dé las gracias a todos sus feligreses que hayan ayudado con su limosna para la fábrica del templo que ha quedado en grande majestad y hermosura y de particular consuelo para mi y para todos los que hemos visto... viendo por otra parte la gran falta que hay de retablo..., y espero del cielo, devoción y cuidado de vuestra merced y el cariño con que creo ama a esta dulcísima, afabilísima y amantísima Señora y Madre María, primera isleña cristiana de todo este obispado, y precursora en él de las luces del Santo Evangelio..."

El franciscano Fray Diego Henríquez, en su libro de devociones marianas de las islas, hablando de la Candelaria en el año 1713, recuerda también que García Ximénez ...consiguió de la Sede Apostólica Bula (que todavía nosotros no hemos encontrado por ninguna parte) para que fuese Patrona General de estas siete Islas y como tal reza y celebra. Y en las mismas actas del Cabildo Catedral, en sesión celebrada el 31 de enero de 1689, estudiándose una nueva resolución de la Congregación de Ritos, se hace constar:

"...en este Obispado no se puede transferir (la fiesta de la Candelaria) por ser Patrona Universal de estas Islas..."

Este es el último documento que hemos encontrado del que llamaríamos primer patronazgo de la Virgen de Candelaria en todo el archipiélago. Está fechado un año antes de la muerte de aquel benemérito prelado ocurrida en mayo de 1690, que se llamó don Bartolomé García Ximénez Rabadán. El el Cabido Particular del 13 de mayo de 1690 se dice textualmente:

"Entre ocho y nueve de la noche murió en Santa Cruz el obispo Bartolomé García Ximénez, amortajado y puesto en ataúd a las cinco de la mañana. Lo comunicó por carta al Cabildo el Dr. don Andrés de Guevara Betancur, Racionero de esta Iglesia y Hacedor en la de Tenerife..."

La Virgen de Candelaria, que hoy vemos en la isla de Tenerife, es obra del escultor don Fernando Estévez, discípulo de Lujan Pérez, la cual sustituye a la aparecida y que desde el 7 de noviembre de 1826 se encuentra perdida en el fondo del mar.

Una descripción de la primera imagen la trae Marín y Cubas en su Historia de las siete Islas de Canaria, escrita en 1687, y coincidiendo en casi todo con descripciones conocidas, dice así:

"La estatua es poco más de cuatro palmos, toda de madera, pintada de oro y colores, la túnica blanca con florecillas doradas, el manto azul y estrellas doradas; todas las orleaduras de su túnica y manto, esto es, cuello, boca de manga, cíngulo que es cinta de lo mismo, y ruedo de manto, tiene letras latinas divididas a puntos como abreviaturas (mas éste no es idioma latino, toscano, ni arábigo, parecen dos dicciones ser griegas en su pronunciación; oí decir que era veneciano, en Salamanca, antiguo), el cabello es la misma madera pintado de rubio con ocho cortinajes hacia atrás, el color del rostro tira algo a moreno rojo, y es agraciado algo redondo de nariz y boca pequeña, los ojos largos que salen de la proporción geométrica, en la mano derecha tiene un Niño desnudíto hermoso, en ambas manos tiene un pájaro abiertas las alas y hace que lo quiere picar y el Niño se ríe, es a la forma de los pájaros de esta tierra pintado de verde, en la mano izquierda tiene una vela de palo plantada de luz y cera verde, del tamaño de un palmo, está en una peana de lo mismo de tres dedos de alto y cuadrada, la madera no la han conocido maestros de fuera es roja algo pesada e incorruptible a modo de la de las Islas..."

También Fray Diego Henríquez habla de la Candelaria y cita, entre los autores que escriben de ella, a los dominicos Fray Alonso de Espinosa y Fray Juan de Córdoba y al jesuíta Alonso de Andrade. Dicho esto, vengamos al tema del segundo patronazgo de la Candelaria en las dos diócesis canarias. Su exposición es sencilla por estar su historia escrita en el entonces Boletín de ambos obispados. Asi, en el del 17 de julio de 1867 se hizo público un decreto de Pío IX, por medio de la Congregación de Ritos, suprimiendo en los dominios de España, muchos días festivos, a petición del Gobierno, y ordenando que en cada diócesis no hubiera sino un solo Patrono Principal con fiesta doble precepto y que habría de ser designado por la Santa Sede. El obispo Lluch y Garriga había salido para Roma el 29 de abril de aquel año de 1867 y regresó el 13 de octubre del mismo año. Comunicó su traslado a Salamanca el 25 de abril de 1868. El 20 de julio de 1868, ya en sede vacante, se publicó en el Boletín de ambas diócesis el decreto del Patronazgo de la Candelaria, cuyo original se guarda en el archivo del Obispado de Canarias, en Las Palmas de Gran Canaria, firmado en Roma el 12 de diciembre del año anterior. Textualmente dice así:

"Reverendísimo Señor y Hermano. Habiendo expuesto V.E.I. a nuestro Smo. Sr. y Padre el Papa Pío IX que deseaba que tanto en la Diócesis de Canarias, como en la de Tenerife, fuese venerada como Principal Patrona delante de Dios, según se venía ya verificando antes, la Purificación de la Sma. Virgen María, su Santidad, acogiendo benignamente las preces dirigidas y elevadas a su conocimiento por el infrascrito Secretario de la Congregación de Sagrados Ritos, se ha dionado confirmar como Patrona Principal de ambas Diócesis la Purificación de la Sma. Virgen María, cuya fiesta concedió continuara celebrándose en las dos Diócesis el 2 de febrero con rito doble de primera clase con octava y bajo los dos preceptos, a saber, de oír misa y de abstenerse de obras serviles. Excmo. Sr. y Hermano Obispo de Canarias y Administrador Apostólico de Tenerife. Roma, 12 de diciembre de 1867..."

En el archipiélago, pues, donde adminsitrativamente había una sola provincia, existian, como hay, dos obispados, a saber, el de Canarias y el de Tenerife. Y el Obispo de la Diócesis de Canarias, que era también Adminsitrador Apostólico de la diócesis de Tenrife, nombró a la Candelaria Patrona Principal.

La actual imagen de Candelaria fue coronada canónicamente el 13 de octubre de 1889, con representación del Cabildo Eclesiástico de la Diócesis de Canarias en la persona del Dr. don Leoncio Jordán, canónigo lectoral de San Cristóbal de La Laguna.

La Virgen de Candelaria de Tenerife fue, pues, la patrona principal de ambas diócesis del archipiélago canario hasta el año 1914, en que la Virgen del Pino, por un nuevo decreto pontificio, fue nombrada Patrona principal de la Diócesis de Canarias.

Antes de entrar en materia conviene digamos algo sobre lo legislado en la elección de Patronos, tema en el que agradecemos su asesoramiento al Dr. don Tomás Ventura, Doctoral de Canarias. Hasta el año 1630 se guardaba la regla de Benedicto XIV:

"Electiones in Patronos fiebant a decurionibus civitatis, nullo requisito consensu Episcopio", es decir, que los jefes o administradores de cada ciudad elegían sus patronos sin contar con sus prelados. Después de dicho año, 1630, hasta nuestros días, se observan las reglas siguientes:

1) Debe elegirse un santo canonizado.
2) La elección debe ser hecha por los representantes del pueblo con la anuencia del Obispo y Clero.
3) La elección debe tener la aprobación de la Sagrada Congregación correspondiente.

Con esta legislación en vigor, la Virgen del Pino fue elegida Patrona de la Diócesis de Canarias con sus islas orientales, al llevarse a término la reforma del calendario en tiempos del Papa Pío X.

El 27 de febrero de 1914, ante el mandato del Obispo al Cabildo, siguiendo instrucciones de la Santa Sede, de que informara sobre lo que consideraba debía reformarse, el deán de la Catedral de Canarias propuso en su Cabildo, que la primera reforma que había que hacer en el calendario era declarar a la Virgen del Pino patrona de este Obispado de Canarias. Su propuesta fue aprobada por aclamación. Seguidamente se redactó un extenso Informe pidiendo al prelado lo enviara a Roma con ese fin. El informe lleva fecha de 3 de marzo del mismo año, y, entre otras cosas, dice que en Canarias cada diócesis debe tener patrona distinta, y que el patronato de la Candelaria debe ser sustituido por el de la Virgen del Pino en nuestro obispado.

Roma acepta el patronazgo del Pino tal y como fue propuesto. Lo dice el mismo rescripto con palabras muy claras que no dejan lugar a dudas:

"Ex speciali indulto S D N , Pii Papae X, S, Rituum Congregatio electionem BM.V in Patronam Principaiem Dioceseos Cnariensis per Rmum Episcopum et Capitulum factam approbavit et ratam habuit; festumque patronale in Nativitate eiusdem B,M,V, die 8 Septembris celebrari mandavit..."

Lo que en nuestra lengua quiere decir:

"Por especial Indulto de Nuestro Santísimo Señor el Papa Pío X, la Sagrada Congregación de Ritos aprobó y ratificó la elección de la Bienaventurada Virgen María como Patrona Principal de la Diócesis de Canarias, hecha por el Rvdmo, Obispo y Cabildo, y mandó que la fiesta patronal se celebrara en la Natividad de la misma Bienaventurada Virgen Maria, día 8 de septiembre..."

Es decir, que la elección del patronato del Pino fue hecha por el Obispo y el Cabildo de Canarias recibiendo su aprobación de la Santa Sede, dejando sin efecto el decreto de la Sagrada Congregación de Ritos de 12 de diciembre de 1867 por el que fue declarada Patrona Principal de las dos diócesis canarias la Purificación de Nuestra Señora (Candelaria).

En definitiva, muchas son las conclusiones que rodean el tema del patronazgo de las Islas Canarias. Lo cierto es que en la actualidad, no se ha encontrado ningún documento eclesiástico que avale el Patronazgo de la Virgen de Candelaria sobre el Archipiélago. Actualmente, los patronazgos están divididos de la siguiente manera:

Virgen del Pino: Patrona de la Diócesis de Canarias, de la Provincia de Las Palmas, de la Villa Mariana de Teror y de la Isla de Gran Canaria.

Virgen de Candelaria: Patrona de la Isla de Tenerife y de la Provincia de Santa Cruz.


¿Encontraría García Ximénez en estas referencias el Patronato de la Candelaria?
¿Por qué se sigue manteniendo una situación inexistente desde hace casi 100 años?

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