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domingo, 17 de octubre de 2010

Ermita de San José de Caideros de Gáldar (Gran Canaria)




A fines del siglo XVII se levanta la primera ermita de Calderos. Se debe la fundación al capitán D. José de Medina; tenemos constancia del documento, conservado en el Archivo Histórico Provincial de Las Palmas. La tradición asegura que San José tuvo su primer oratorio en una cueva artificial, que aún existe cerca de la ermita.

La ermita de San José del Caidero es de fines del seiscientos, actualmente muy deteriorada, habiendo perdido la cubierta original, conservando todos los elementos en cantería. Se trata de un edificio de planta rectangular, de un solo cuerpo, sin ninguna dependencia. La fachada es la parte más interesante: un bello arco en cantería, de medio punto, con sencilla decoración de sogueado y elementos geométricos; también en cantería son las pilastras que enmarcan la fachada. La ermita ve realzada su belleza por el paraje donde se ubica; debidamente restaurada sería uno de los rincones más bellos de la isla, con el conjunto de cuevas artificiales que la rodean. Una de esas cuevas sirvió de sacristía y otra pudo ser el primer oratorio de Calderos de San José; en otra casa-cueva del Cortijo del Caldero se conserva la imagen primitiva del patrón de Calderos, talla en madera, con el hieratismo y arcaísmo propios de la escultura canaria del barroco popular.

Tras el auge constructivo de los siglos anteriores, el siglo XVIII se centró en los preparativos para la nueva fábrica de Santiago de los Caballeros, que se inicia en 1778. El esfuerzo que supuso hace que no se levanten nuevas ermitas en Gáldar hasta finales del siglo XIX, si bien con la desamortización desaparece la mayoría. En un informe de 1871 se consideran servibles las de San Sebastián y San José de Caideros e inservibles las de Santa Lucía, San José de Anzofé y San Isidro Labrador; no se citan las demás. A finales del ochocientos se levanta la ermita nueva de San José de los Calderos, la de San Pedro Mártir de Fagajesto y San Isidro el Nuevo.

Las construcciones decimonónicas se realizan en tiempos del párroco Romero. De las mismas sólo se conserva parcialmente la de San Isidro el Nuevo. La ermita de San Pedro Mártir de Fagajesto, en la Hoya de los Heléchos, no estuvo mucho tiempo en pie; hoy sólo se recuerda el patronazgo del santo dominico de Verona. La ermita de la capellanía de Calderos fue sustituida por el actual templo parroquial.

La década de los cuarenta Gáldar ve dos nuevas declaraciones parroquiales en el municipio, la primera de ellas en 1940 a favor de la capellanía de San José de los Calderos. La iglesia parroquial del Patriarca terminó su proceso constructivo en la década de los setenta. Es el segundo edificio más monumental de la arquitectura religiosa de Gáldar, después de la arciprestal de Santiago. La iglesia parroquial deriva de la capellanía que se funda a fines del siglo XIX. El interior es de tres naves, separadas por pilares de cantería de Caideros, con capilla mayor separada por arco de medio punto.

En la fachada se abren los tres accesos, con arcos de cantería, destacando la gruesa espadaña, que recuerda a soluciones indianas del barroco, aunque el templo en líneas generales lleva un clasicismo ecléctico. En los ventanales laterales quedó huella del neogóuco. Del patrimonio de la iglesia destaca la imagen de San José del Agua, talla barroca en madera, estofada y policromada, de gran belleza y que procede del templo de Santiago de los Caballeros, de donde pasó a Calderos. De Barcelona se trajo la imagen titular de la parroquia "San José de los Calderos", talla en madera, de tamaño natural, estandarizada. De interés son las andas de baldaquino de San José del Agua, talladas en madera por Francisco Quintana.

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