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martes, 11 de enero de 2011

La vera efigie de la Virgen del Pino

La Virgen del Pino en la Sala de Ajuares. Puede ser vista de esta manera en el mes de septiembre en horario restringido, días antes de su Bajada del Camarín al trono procesional.

Cualquier persona que haya tenido la suerte de ver personalmente a la Virgen del Pino, se encontrará con una gran imagen revestida con ricos mantos bordados en oro y plata, coronada y en posesión de muchas joyas y protegida por un gran baldaquino de plata.

Sin embargo, para suerte o desilusión de muchos, ese aspecto no es la verdadera pureza de la imagen. Debajo de todos esos enseres se encuentra una gran talla, una bellísima efigie que refleja el verdadero ser de la imagen.

Días previos a la Bajada de la imagen de la Virgen del Pino desde su Camarín al trono procesional, la imagen es expuesta sin mantos al público durante 3 días en horario restringidos. Todo ello, ha sido a causa de la última restauración llevada a cabo a la imagen en el que se recomendaba, que la imagen se aireara más que sea una vez al año. Por tal motivo, la imagen es despojada durante solamente tres días de sus mantos y joyas y trasladada a la Sala de Ajuares del Camarín, donde se encuentran alguna de las joyas y mantos de la Patrona y allí, es colocada para admiración de los asistentes.

Debajo de todos esos enseres se encuentra una gran talla, una bellísima efigie que refleja el verdadero ser de la imagen

A pesar de ser una de las tallas mas bellas, existen opiniones donde poder elegir. Muchas son las personas que defienden la pureza de la imagen, y que la Virgen debería de estar todo el año; sin embargo, otra gran mayoría prefiere verla como actualmente podemos apreciarla todo el año, con sus mantos bordados en oro, coronada y con sus joyas. Lo cierto es que la mayoría de las personas, prefieren verla como actualmente se encuentra y prueba de ello es lo ocurrido en el año 1974, cuando el conocidísimo Obispo Monseñor Infantes Florido, no permitió a los feligreses el regalo de objetos de valor a la Virgen o cualquier donación de joyas a la Virgen, el cual ordenó que la imagen presidiera la Basílica sin sus destacados mantos ni joyas.

Las consecuencias de tal hecho fueron desagradables, entre forcejeos y enfrentamientos por los hechos, el Obispo tuvo que rectificar y manifestó que la Virgen sólo estaría nueve días sin ropajes y joyas expuesta al público, que volvería a ser revestida si así lo requería el pueblo y que esos nueve días estaría cerrado el Camarín por un telón, por lo que para verla tendrían que subir hasta el Camarín. Los ánimos se tranquilizaron, y pasados esos nueve días la Virgen del Pino fue revestida de nuevo con sus ropajes y joyas.

Destacable imagen de la Virgen del Pino con uno de sus mantos bordado en oro, con algunas de sus joyas y coronada bajo el amparo del baldaquino de plata.

Desde luego que no cabe duda que la Virgen del Pino, esté como esté, no puede estar más preciosa y debemos estar agradecidos en cierta manera en la actualidad. Cualquier persona que desee ver a la imagen de cualquiera de las dos formas tiene la posibiliad de hacerlo, aunque para verla sin sus ropajes haya que esperar hasta Septiembre, pero gracias a ello, muchas personas han podido descubrir algo oculto durante mucho tiempo, algo que nunca debería haberlo estado y que para muchas personas significa algo muy especial.

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