La Virgen de Guía

"Acabada la conquista de Tirajana, en Ansite, dio Pedro de Vera vuelta a Gáldar. Y dieron a Dios infinitas gracias, cantó el obispo el Tedeum - Laudamos e dexó un fuerte en sitio eminente (presumible en la loma de Caraballo) con una capilla a Nuestra Señora de Guía".

La imagen que hoy en día pasea gloriosa cada 15 de Agosto por las calles de Santa María de Guía, no es la puesta por el fundador de la Villa, si no que, aunque nada tuviera que envidiarle a la anterior, se puso en la hornacina del altar mayor a principios del siglo XVII.

He aquí el nacimiento de la Ciudad de Santa María de Guía de Gran Canaria. A pesar de ello, en la actualidad solo se conservan documentos que acreditan a Santa María de Guía como parroquia en el año 1533, año en que Carlos V nombra un beneficio para que la antigua ermita del municipio se convirtiera en parroquia. Anteriormente a esta fecha, Guía dependía en lo religioso del beneficio de Gáldar.

Pero si hay un tema que aún en la actualidad es discutido, se trata sobre la imagen de la Virgen María que se venera en la Iglesia Matriz del municipio guiense bajo la advocación de Santa María de Guía.

La primera noticia que se conoce de la primitiva talla se encuentra en un inventario fechado en 1602 en el que al inventariar las imágenes existentes en la parroquia dicen "que primeramente están en el altar mayor un retablo de madera en que está de busto la Presentación dorada con un niño Jesús en sus brazos".

Cierto es que la actual imagen que preside en Templo Mariano, no es la primitiva que se encontraba antiguamente en el municipio. La primera, la que trajera Sancho de Vargas en la época de la conquista de Gran Canaria. Se trataba de una talla o imagen de bulto y que se sospecha que la advocación "De Guía", le fue otorgado por otra localidad existente en Andalucía con el mismo nombre. Quizás se tratase del pueblo de donde procediera Sancho de Vargas y su familia.

Sancho de Vargas y Machuca, se adentró a la conquista de las islas de Fuerteventura y luego a la de Gran Canaria. Al finalizar esta última, se produjo el reparto de tierras de la isla, a Sancho de Vargas le correspondieron las lomas en las que hoy se asienta Santa María de Guía. Lo primero que inició allí fue la construcción de una ermita en la que se veneraría la imagen que todos los conquistadores traían consigo y que en el caso de los Vargas estaba bajo la advocación de Santa María de Guía.

A pesar de la nueva partida de Sancho de Vargas a las Islas de La Palma y Tenerife, a petición de Alonso de Lugo, le pidió que se hospedase en La Laguna y fue uno de los primeros alcaldes que tuvo la Ciudad de Los Adelantados. Debido a la partida de Sanho de Vargas a la Ciudad de La Laguna, Alonso de Luego mandó a que todas las pertenencias de Sancho de Vargas fueran trasladadas a Tenerife. Los enseres y bienes fueron trasladados , pero dejó la imagen de la Virgen en la ermita. Los familiares de los Vargas y sus propios hijos volvieron a Guía y seguían siendo los patronos de la ermita. En torno a la ermita se fueron construyendo casas de familias ilustres de Gáldar.

Poco más se supo de la antigua imagen que presidia la ermita de Santa María de Guía.

Posteriormente llegó a la isla de Gran Canaria la familia Rivarol, (apellido que una vez se castellanizó se pronució Riverol y que aún perdura en las islas) de procedencia judía, que venían de Génova. Los Rivaroles, ya habían intervenido en la conquista de las islas de Lanzarote y Fuerteventura. Pronto se convirtieron en dueños de casi la mitad de la isla de Gran Canaria.

Los Rivaroles, traían consigo una imagen de la Virgen, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Candelaria, que era la más venerada en las islas al llegar esta familia a Gran Canaria y que posteriormente donaron a la parroquia, posiblemente en 1606. En un inventario se refleja a partir de esa fecha como la imagen de la Virgen de la Candelaria ocupa ya el Altar Mayor mientras que la imagen antigua estaba colocada en un tabernáculo.

Curiosamente la Fábrica parroquia ya había realizado un encargo de una imagen de la Virgen María de mayores dimensiones y de vestir. Sin embargo, este encargo fue cancelado debido a la donación de la familia de los Rivaroles.

Dicha imagen es la que actualmente se encuentra presidiendo el Templo Matriz de Santa María de Guía en el Camarín.

Se trataba de una imagen de vestir (mientras que la de Sancho Vargas era una talla) procedente del área mediterránea, posiblemnte genovesa, puesto que de allí procedía la familia. Y de esta imagen, que es la que actualmente se venera en Santa María de Guía, dice también la tradición "que es hermana de la Virgen de La Luz del Puerto".

La descripción tomada para la actual imagen de la Virgen de Guía es que al parecer es de procedencia genovesa y en verdad tiene tan sagrada figura verdadera factura de Virgen de Candelaria. Es de busto y está perfectamente acabada de tamaño natural al de una mujer, teniendo un rostro en proporción al cuerpo con unos grandes ojos que miran hacia abajo pareciendo al que la mire que su mirada la tiene clavada en él. Por el contrario, si se la mira de lejos parecerá que tiene sus grandes ojos cerrados. El color es el natural en estas grandes imágenes y aunque tiene cabellos, éstos están cubiertos por un rostrillo, envolviéndola desde la cabeza y hasta su base con un gran manto que varía de color según su fiesta. Es azúl para su Fiesta Mayor del 15 de Agosto y verde para la Fiesta votiva de Las Marías que se celebra en septiembre. Antiguamente para la Fiesta del 15 de Agosto, procesionaba con un manto de color blanco y durante los días en el que se encuentra en el camarín confeccionado e impulsado por don Néstor Álamo y el que fuera párroco, don Bruno Quintana, es vestida por un manto color beige. Sostiene en su manto izquierda un bello y gracioso niño cubierto también por un trajecillo del mismo color al de su madre.

En el inventario nombrado anteriormente y refiriéndose a la visita del Obispo a los altares de la parroquia, dicen que luego visitó S.I. el Altar de María Santísima de Candelaria con un niño en brazos. Ella tiene una corona y los vestidos están en poder de Isabel de Vargas. Más tarde, en 1621, al hacer mención de las imágenes dicen "que en el altar de Nuestra Señora está la imagen de la Virgen de busto vestida". Por antanomasia al decir "altar de Nuestra Señora" deben referirse al de la Patrona".

Señala también la leyenda y la tradición que cuando la actual imagen fue transportada hasta Guía, al llegar al denominado "Albercón de la Virgen" la imagen se hizo pesada como un plomo y no podían pasarla "habiéndolo hecho varios hombres con mucho esfuerzo para poder transportarla hasta donde debía ser colocada". Esta tradición se ha transmitido verbalmente, de familia en familia.

Pero si hay algún misterio aún por resolver, tendríamos que hacernos una pregunta: ¿A dónde fue a tener la primitiva imagen de la Virgen de Guía?

Las dimensiones de la imagen primitiva no eran superiores a los cincuenta centímetros, tallada, dorada, con el Niño Jesús en los brazos. La teoría que se mantiene en torno a la misma es que en siglos pasados no se tiraba nada que hubiera en las iglesias, por estimarlo viejo o en desuso, sino que se enterraba en algún hoyo expresamente abierto para este fin.

El Cronista Oficial de Santa María de Guía, cita a un coadjutor que estuvo en Guía a mediados del siglo XIX, que limpió de antiguallas toda la sacristía y enterró las viejas imágenes en un osario que abrió a un lado de la iglesia. Se supone que la imagen primitiva podría estar con las otras en ese osario, pero no hay datos fehacientes que lo atestigüen. Lo que sí parece procedente es que, tratándose de una imagen del siglo XV (la desaparecida) y que la actual no se puso bajo la advocación de Santa María de Guía al menos hasta un siglo después, se siguiera investigando hasta llegar a localizarla, bien en ese osario o en otro lugar, es en este dato precisamente donde todos los investigadores se interrogan: ¿Dónde está o dónde fue a parar la primitiva imagen de Nuestra Señora de Guía?

Lo cierto es, que si la imagen fue destruida o en el caso que los datos afirman que fue enterrada en algún osario, fuera debido a su mal estado. Casos como este no es la primera vez que suceden y pongamos como ejemplo la Virgen del Pino de Teror. Aquellas personas que no apoyan la teoría de que la actual imagen de la Virgen del Pino de la Villa Mariana de Teror es la original aparecida milagrosamente en la eminencia de un pino, afirman que la primera ermita que tuvo Teror, estuvo presidida por dos imágenes de la Virgen María, en el que, una de ellas debido a su mal estado y por no encontrarla adecuada fue enterrada también en algún osario conservándose así la que en la actualidad podemos visitar en la Basílica.

Otra leyenda cuenta que, siglos atrás apareció en las costas de Guía un cajón flotando, hallándose en él, con el asombro consiguiente, una imagen, la cual, a pesar del vaivén y del roce con las aguas, conservaba intacto el maquillaje.

Con el fervor, con el entusiasmo religioso de aquellas buenas gentes sencillas y piadosas, fue llevada al pueblo y puesta en un trono. Parecía sonreír, pues una aureola de rayos de plata la rodeaba. El pueblo todo, reunido el 15 de agosto, la proclamó como ha pasado a la veneración de futuras generaciones hasta hoy, Nuestra Patrona Señora Santa María de Guía.

Sigue la leyenda contando que más tarde, intentaron llevarla a Las Palmas de Gran Canaria, para lo cual la pusieron en un carro del cual tiraba una yunta de hermosos bueyes. Salió la Virgen de la Villa en el primitivo carruaje, pero al llegar al albercón existente, en la actualidad denominado "Albercón de la Virgen" y no precisamente por haber acaecido según la leyenda este suceso, se hizo tan pesada la imagen que ni agregando al carro otras yuntas de grandes bueyes pudo arrastrar tan sagrada carga y que, apenas volvieron hacia la Villa el carruaje se livianó de tal forma su peso que con la sola ayuda de un buey vieron, regocijados volver entrar en el pueblo la imagen que el destino había puesto en sus manos y de ninguna manera quería la Santísima Virgen separarse de los guienses.