José Lujan Pérez: El Escultor de Canarias

Con la figura de José Lujan Pérez estamos ante el más importante escultor canario, una de las grandes individualidades que las artes han dado en las Islas.

Frente a lo que supone su innegable importancia, quienes se acercan a un estudio directo del artista se ven con la precariedad de noticias sobre el mismo. En ocasiones éstas son contradictorias y aún se mantienen muchas incógnitas, principalmente en lo relativo a su formación. Contrariamente a este juicio, fue Lujan admirado por sus contemporáneos siendo indiscutiblemente el artista más solicitado en el Archipiélago.

Es nuestro escultor un artista fecundo que nos ha legado un rico patrimonio escultórico, aunque también trabajó en arquitectura. El reconocimiento del que gozó es patente en el hecho de que los templos principales, primordialmente de Gran Canaria y Tenerife, le realizaron importantes encargos, con lo que la demanda de esculturas foráneas desapareció en las Islas.

El 9 de Mayo de 1756 nace en el pago norteño de Tres Palmas, en el Municipio de Guia, José Lujan Pérez, hijo de José y Ana, dedicados a la agricultura. Desde temprana edad muestra gran destreza en el modelado y dibujo, motivo por el cual el teniente Blas Sánchez de Ochando, de las Milicias Provinciales, natural de Murcia, recomienda a sus padres que le envíen a la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria a estudiar dibujo.

Allí tiene por primer maestro a Cristóbal Afonso Díaz (1742-1797), este tinerfeño fue discípulo del escultor (también pintor) José Rodríguez de la Oliva del que se conservan interesantes obras exponentes de la rica tradición escultórica tinerfeña. Con estos antecedentes vemos a Lujan en sus primeros contactos en relación con la plástica canaria, de la cual será heredero y que llevará a sus más altos exponentes. El segundo maestro de Lujan parece que fue Diego Nicolás Eduardo (1733-1798), tesorero de la Catedral de Canarias que poseía una Academia en la referida localidad. Este eclesiástico lagunero estuvo varios años en la Península cursando estudios de dibujo en la Real Academia de San Fernando y en la Academia de Artillería de Segovia; en 1777 llega a Las Palmas. Eduardo realiza los planos del Templo Matriz de Santiago de los Caballeros de Gáldar, siendo nombrado arquitecto de la Catedral de Canarias.

En 1787 la Real Sociedad Económica de Amigos del País abre una academia de dibujo bajo la dirección del referido Diego Nicolás; en ella sigue Lujan su formación, no sólo en el dibujo sino en la arquitectura. Por José Miguel Alzóla, se sabe que el maestro en escultura de José Lujan fue Jerónimo de San Guillermo, formado en el gusto rococó, autor entre otras obras de los pulpitos de la Catedral de Canarias.

En un manuscrito del portuense José Agustín Alvarez Rixo (1796 1883) aparece Lujan becado por el rey Carlos III para perfeccionar su arte en la península, posibilidad que encuentra oposición en algunos estudiosos y que sin embargo es el colofón lógico de la formación de tan extraordinario artista. A este respecto José Miguel Alzóla observa el período 1787 - 1792 falto de noticias del maestro, lo que le ha llevado a pensar en el periodo de formación peninsular. Sin embargo, Pedro González Sosa ve la posibilidad de la permanencia del artista en Guía por datos del archivo de su parroquia matriz.

La escultura de Lujan Pérez será estrictamente de tema sacro, la escultura pagana aún no tenía cabida en los encargos del Archipiélago, principalmente porque la Iglesia es el principal comitente. La fidelidad con las formas barrocas será casi constante, aunque no se puede negar los rasgos clasicistas, sin estridencias de algunos rostros. En este sentido se produce una dialéctica entre el Lujan escultor y el Lujan arquitecto, ya que el segundo será rigurosamente clasicista.

Lujan Pérez es un auténtico renovador de la estatuaria religiosa en Gran Canaria. Numerosos encargos no respondían a devociones nuevas en los templos sino a sustituciones de otras antiguas, consolidadas. En este sentido, la Catedral de Canarias predicó con el ejemplo sustituyendo la imagen de Nuestra Señora de la Antigua (de vestir) por una talla en madera de Lujan, o por citar otros ejemplos: Nuestra Señora de Las Mercedes (en su Santa María de Guía natal) o Nuestra Señora de la Concepción (Gáldar). En este mismo sentido lo vemos como consolidador de la Semana Santa canaria en sus geniales interpretaciones de la temática de la pasión: crucificados, flagelados, nazarenos, dolorosas, san Juanes, etc.

Lujan utilizará varias técnicas a la hora de realizar sus obras, todas heredadas del barroco y en la que su maestría y dominio es patente: tallas completas en madera, esculturas de vestir (talladas sólo la cabeza y las manos o bien el cuerpo esbozado) y de tela encolada (derivación de la imagen de vestir), sin olvidar su relieve de Santa Ana en piedra, que responderán a los condicionamientos económicos del comitente.

Habría que anotar un dato importante en la técnica: la importancia que da a la policromía es tal que siempre será realizada por solventes pintores como en el caso del portuense Antonio Manuel de la Cruz, Ossavarry, etc.

En la representación de los Cristos es donde Lujan manifiesta una mayor tranquilidad en las formas, diríamos que tiene un comportamiento más clásico. Los crucificados parecen responder a la expresión "plácidamente dormidos" con un carácter casi incruento; la obra cumbre es el Cristo crucificado de la Sala Capitular de la Catedral de Canarias; Lujan modela blandamente el cuerpo de Jesús con contornos suaves, el mismo paño transmite esta paz. Otros crucificados de interés los tenemos en la parroquia de Santa María de Guía que cuenta con dos (uno de ellos bellísimo, el del altar mayor), Basílica de Nuestra Señora del Pino (Teror), Basílica de San Juan Bautista (Telde), etc. Este mismo carácter imprime a otro tema cristológico de pasión y donde trata el desnudo; nos referimos a los flagelados o "Cristos atados a la columna", destacan los de la Basílica de Nuestra Señora del Pino en Teror y de la Iglesia Matriz de Santa María de Guía.

Es en las tallas de madera con temática mariana y de Santos donde Lujan se torna más barroco. Busca constantemente el volumen en actitudes solemnes llenas de orgullo y majestad, amplios paños que se recogen ampulosos.

El tema mariano es repetidamente tratado; María suele representarse sobre una masa de nubes en las esculturas de mayor tamaño. En muchos casos se trata de grupos escultóricos, con ángeles y querubines; de la Catedral de Canarias destaca Nuestra Señora de la Antigua que junto con Nuestra Señora de las Mercedes (Santa María de Guía) presenta un complejo acompañamiento angelical. En la imagen guíense un angelote llega a tener protagonismo en la composición. Nubes y querubes también aparecen en dos espléndidas tallas realizadas sobre tipos similares. Nuestra Señora de la Luz (parroquia de su advocación, Las Palmas) y Nuestra Señora de la Concepción (parroquia matriz de Santiago de los Caballeros de Gáldar). Sobre nubes sin ángeles es Nuestra Señora del Carmen de San Agustín de Las Palmas. Pero no siempre representa Lujan a María sobre nubes. Sin duda alguna la obra más importante del escultor es la Dolorosa de la Catedral de Canarias; el dramatismo viene acentuado no sólo por la expresión del rostro y la posición de las manos sino por el mismo pliegue de los paños, más anguloso que en otras ocasiones. Entre otras tallas de la Virgen destacaríamos dos por su extrema delicadeza: Nuestra Señora de la Esperanza (iglesia de San Sebastián, Agüimes) y Nuestra Señora de la Encarnación (iglesia de Santiago de los Caballeros de Gáldar); en el templo galdense también se conserva una imagen de Nuestra Señora del Rosario de gran movimiento de ropajes.

En el tema de los santos también se muestra Lujan con toda la retórica del barroco. En el San José de la Catedral de Canarias toma la base de nubes con angelotes, tal como realizara para algunas imágenes de la Virgen; sin embargo no es frecuente esta solución en los santos, que también vemos en el San Pedro de Alcántara (San Francisco, Las Palmas). El templo de Santa Ana de Garachico guarda dos imágenes pareadas fechadas en 1798; se trata de la titular Santa Ana y su esposo San Joaquín. Para Valsequillo realiza el arcángel San Miguel. El San Pedro Mártir (Basílica de San Juan, Telde) tiene todo el efectismo barroco del mártir a punto de desplomarse por el golpe del hacha. Todo el carácter de Lujan está presente en el San Andrés de Tao. Tan ampuloso como el San José de la Catedral es la imagen de San Agustín, que junto con Santa Mónica se conservan en la parroquia Matriz de San Agustín de Las Palmas.

Para las ciudades norteñas de Gáldar y Santa María de Guía realiza las respectivas imágenes de San Sebastián a colocar en sendas ermitas, mientras el de su ciudad natal es de extrema delicadeza, el galdense es patente por sus formas hercúleas.

La imagen de vestir es uno de los aspectos más importantes en Lujan; en este apartado entra la mayoría de la estatuaria de pasión, algunas de estas imágenes de vestir tienen el cuerpo esbozado como en el caso de las Dolorosas de Gáldar y Guía o el San Juan Evangelista de Telde.

Componente básico en la obra de Lujan es la imagen de vestir, solución que va muy unida a toda su estatuaria de tema de pasión, salvedad de los casos señalados con anterioridad. Aquí el artista concentra toda la expresividad en el rostro y en las manos que son las únicas partes talladas. Las Dolorosas son posiblemente el tema más conocido en Lujan; en muchas de ellas realiza un esbozo del cuerpo, para que las ropas den un resultado más natural. De este tema mariano se resalta la denominada "La Predilecta", de la parroquia de Nuestra Señora de la Concepción, en La Laguna, imagen declamatoria por la posición de sus manos y cabeza. Más contenidas son las de La Orotava (iglesia de San Juan Bautista) y Nuestra Señora de la Concepción, Puerto de la Cruz (Nuestra Señora de la Peña de Francia), Teror (Basílica de Nuestra Señora del Pino), Las Palmas de Gran Canaria (Santo Domingo de Guzmán), Gáldar (Iglesia Matriz Santiago de los Caballeros), Guía (Iglesia Matriz de Santa María de Guia), Telde (Basílica de San Juan Bautista), etc. Habría que apuntar las imágenes de las dolorosas con tela encolada; destaca primordialmente la "Virgen de Gloria" de La Orotava (Tenerife).

De enorme belleza son los Cristos, repitiendo con frecuencia el mismo tipo de rostro. En su parroquia natal de Santa María de Guía destaca el Predicador y Señor en el Huerto; este último tema también lo realiza para el convento de Santa Clara de La Laguna y San Francisco de Las Palmas de Gran Canaria. En la parroquia de Santo Domingo se conserva el grupo de Cristo con el Cirineo, de magnífica expresión en el cansancio físico de Jesús expresado en su rostro.

Con el tema de San Juan Evangelista, otra de las imágenes de Semana Santa que también tuvo enorme aceptación. Lujan recibe encargos de diversos puntos de la geografía insular: conventos de San Francisco y Santo Domingo (Las Palmas), Basílica de San Juan (Telde), Basílica de Nuestra Señora del Pino (Teror), etc.

Tendríamos que cerrar el capítulo del Lujan escultor haciendo alusión a otras obras del maestro. Carentes de policromía son las del apostolado y evangelista que adornan el interior del cimborio de la Catedral de Canarias; en este caso, aunque talladas en madera, se las pint para que pareciesen labradas en cantería. Sobre piedra sólo conocemos del artista el relieve de Santa Ana, en la fachada de la cabecera de la Catedral de Canarias, fechado en 1798, el artista cuenta con la ayuda del cantero Manuel Ángulo. Se completa la producción artística de Lujan con sus retablos de los que se conservan dos, el mayor de la parroquia Matriz de Santa María de Guía y el de Nuestra Señora de la Soledad de la Portería Coronada, de la iglesia de San Francisco de Las Palmas de Gran Canaria; en ambos se ven las formas transitorias del barroco rococó al neoclásico.